166- El arquitecto transformó la Böttcherstrasse en una nueva calle de ciento cincuenta metros flanqueada por edificios de ladrillos rojos, con molduras y estatuillas del imaginario germano. La entrada norte de la calle, la que da a la Marktplatz, fue coronada con un imponente relieve de bronce dorado, donde se ve a un estilizado y desnudo joven blandiendo una colosal espada contra un monstruo de tres cabezas. La leyenda que la acompañaba, y que traducida decía “La victoria de nuestro líder sobre los poderes de las tinieblas”, no dejaba dudas sobre la glorificación del Fhürer. Actualmente se conoce esta obra como “El portador de la luz”, la dedicatoria ha desaparecido y prevalecen las interpretaciones que pretenden reconocer en la figura al Arcángel San Miguel en lucha contra el demonio o San Jorge atacando al dragón.
 

Retrocede ---------- Menu ---------- Siguiente