Otro atractivo del sitio es que está en el bulevar de las Galerías de Saint-Hubert. Creo que la foto ya desmuestra la buena pinta, (el chocolate belga es auténtico pecado). Hablando de las Galerías de Saint-Hubert, su visita es imprescindible en Bruselas. Fueron las primeras galerías comerciales de Europa y hoy en día son las más elegantes de la ciudad. Sus casi 200 metros de largo están cubiertos por una cúpula que deja pasar la luz, pero no la lluvia. Está dividida en tres partes: la Galería de los Príncipes, la Galería de la Reina y la Galería de los Reyes. Podéis encontrar comercios muy lujosos, cafeterías, restaurantes... y mucho turistas haciendo fotos.
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